¿Esparta o Atenas?


Página Siete 2/03/2013

Tenemos en América Latina varios gobiernos  populistas – sin que ese término conlleve connotaciones negativas -, pero diferentes entre ellos, no sólo por estilo de gobierno, sino por la visión del desarrollo.  Sus metas son las mismas: reducir la pobreza, buscar la seguridad energética y alimentaria, reeditar la fe en el Estado, aprovechando la bonanza coyuntural, y, sobre todo, mantenerse en el poder “vida natural durante”. Sin embargo los caminos elegidos para alcanzar esos objetivos son tan diferentes como Atenas lo fue de Esparta.

De hecho, Bolivia y Ecuador tienen políticas científicas muy divergentes. Eso puede deberse, en parte, a la diferente formación que han recibido los dos mandatarios: uno, Evo, sindicalista, luchador incansable y carismático por la coca, y luego reciclado, sin muchas raíces ni convicción, como líder de las reivindicaciones indígenas, defensor de la madre tierra y mesías del nuevo tiempo. El otro, Correa, doctor en economía, conocedor de vicios y virtudes de organismos internacionales por los cuales trabajó, y obsesionado por la hostilidad de una prensa cerrada a toda reforma de la sociedad (¡cómo quisiera Correa tener los influyentes medios de prensa “privados” afines al Gobierno de Evo!).

Consecuentemente con su trayectoria, Evo entiende el valor de conceder al pueblo lo que pide y aprecia: canchas con césped sintético (que no requieren cuidados) y escenarios deportivos, no importa si desproporcionados al tamaño de las poblaciones. Su modelo es la atlética Esparta, o la deportiva Cuba. Correa, a su vez, entiende el valor de los estudios, de la ciencia y la tecnología para el desarrollo sostenible de su país e invierte en mejorarlos. Su modelo es la docta Atenas, o la tecnológica Corea del Sur.

Asimismo, Evo, dándole cuerda al esoterismo andino del Canciller, cree en la astrología, en especial en la capacidad de los astros y las cosas inanimadas de cambiar el destino de los hombres (recuerden el “puchero esotérico” guisado con motivo del encuentro en la isla del Sol) y convoca a una miríada de grupos “new age” a movilizaciones para cambiar el mundo con la arqueo-sociología y la fantasía política. Correa, por su lado, cree en la importancia de una mejor preparación científica de las nuevas generaciones y lanza ambiciosos programas para repatriar o atraer al Ecuador a científicos de renombre para que capaciten y ayuden a los jóvenes profesionales de su país en dar el salto tecnológico que puede asegurar un futuro mejor, sin apostar perenemente a la renta extractivista. Un ejemplo es el programa Prometeo que ha logrado contratar a centenares de científicos de gran trayectoria, gracias a un presupuesto generoso que permite al mismo tiempo adquirir instrumentos de avanzada para completar esa formación. ¡Cuánta diferencia con nuestro medio dónde el IDH logra financiar a duras penas proyectitos de treinta mil dólares, al tiempo que los sueldos de los investigadores siguen congelados en los niveles más bajos de la región!

Mientras entre nosotros hasta la Ciencia se ha vuelto parte de las paranoias masistas, Ecuador sabe aprovechar las crisis, en especial la actual de Europa, para repetir, en pequeña escala, la gran movilidad  cultural, artística y científica que se dio en el siglo XVII debido a la bonanza económica de las colonias del nuevo mundo, o la otra, producto de la guerra civil española, que obligó a reconocidos científicos de ese país a migrar a Sudamérica impulsando la ciencia y la tecnología y formando valiosos profesionales, procesos de los cuales también Bolivia salió beneficiada.

  1. Victor Chavarria
    marzo 3, 2013 a las 11:43 am

    Es muy difícil apreciar esta nota del notable físico, especialmente si hace alusión como aquella de que el Presidente ¨da al pueblo lo este le pide y aprecia¨, verbatum. Si el científico opinador cree que el pueblo quiere y aprecia solo canchas sintéticas de fútbol, yerra ya no por órdenes de magnitud, sino de manera grosera. Por dos razones, a) en qué datos se apoya para hacer tal declaración y que no cita; b) por total falta de sensibilidad y respeto hacia el pueblo boliviano que lo ha acogido por tantos años.
    Creer que la gente quiere solo canchas sintéticas y no desarrollo, trabajos dignos, sistemas de salud, sistemas de calidad de educación, mejor alimentación, una sociedad digna-segura-democrática….bueno es minimizar y trivializar a la madurez, inteligencia y responsabilidad de los ciudadanos de este país.

    Para no pecar de sesgo ni imprecisiones lógicas. El autor no escribió que los bolivianos no quieran ni rechacen los valores y cualidades socio-económicas arriba mencionadas,cierto. Pero pecó por total omisión – de estos anhelos y deseos – en su texto, y más bien dió a entender que son las canchitas las que le piden y aprecian del Jefe del Estado.

    Supiera el autor, después de tantos largos lustros en los Andes, que estos ciudadanos somos gente bastante apacible, paciente – tal vez demasiado – aguantadora, sacrificada y no siempre muy expresiva. El hecho que muchos llunkus echen flores a las entregas de las canchitas vanales de cesped, no significa que eso es lo que la gente quiere y pide, de manera no siempre explìcita, directa, artiuclada y organizada. Lo que quiere lo pide y hace como en las elecciones para magistrados de los tribunales en octubre 2011, con el no-apoyo, para ser precisos y no escribir ´el rechazo´, a los magistrados ¨digitalmente¨ señalados y puestos por el oficialismo.

    • Javier Villalpando
      marzo 9, 2013 a las 6:55 pm

      Creo que «Victor Chavarria» se quedó en la línea canchas de césped ya que aparentemente no entendió la comparación que se hace entre esos dos pueblos de la antigua Grecia. El deseo del columnista es dejar clara la idea que en Bolivia ahora más que nunca se necesita invertir en educación ya que es la única manera de salir de esta triste y dolorosa pobreza, ignorancia y falta de visión a futuro de los gobernantes de turno. Ya vendrán otros que les guste llenarnos de obras efímeras que solo sirven para el breve pasar del candidato por un pueblito olvidado. Los reales cimientos de una sociedad fuerte, que busca salir de su estancamiento, son creciendo no solo económicamente sino que formando aquellos que trabajarán construyéndolos. Más bien que tenemos personas que con un dejo de masoquismo deciden quedarse en nuestro país para ayudar de manera casi desinteresada a crecer. Como es de conocimiento público, la educación, la cultura y la salud deben ser gratis y los que trabajan en estos rubros no comen, no tienen necesidades y no les gusta vivir bien.
      Aprenda pues señor Chavarria a callar cuando se le muestra una verdad tan dolorosa de ver que en otros países de nuestra querida Latinoamérica hay gente que si está haciendo bien las cosas por su país en vez de dedicarse a criticar sin ton ni son a aquellos que no desean otra cosa que ver crecer al pueblo que les acoge.

  2. Efrain Rosas
    marzo 9, 2013 a las 3:35 pm

    Me remito a un dicho popular muy utilizado por los romanos «al pueblo pan y circo» al estilo de los emperadores latinos, el gobierno actual, solo se limita a ofrecer soluciones que pueden considerarse como parches en un pantalón lleno de ellos, el deseo de consolidar una población económicamente dependiente del magnánimo (mesías) a través del rentismo y clientelismo no hace otra cosa que confirmar que el futuro que nos espera nos es tan reparador ni esperanzador que digamos.
    En el tema educativo, nos encontramos bastante resagados y sin posibilidad de mejorar a corto plazo, es cierto que nuestro mesías, no esta tan de acuerdo con mejorar la educación en nuestro pais obviamente por su condición personal, se le ha escuchado renegar de la educación terciaria, su objetivo al parecer es que un buen porcentaje de los bolivianos tengamos los elementos rudimentarios educativos (leer, escribir, sumar, restar) ylisto.
    En la actualidad a nivel mundial atravezamos por la época del poder del conocimiento ya no interesa mucho sin un pais cuenta con materias primas o no, lo que sirve es la capacidad tecnológica y por ende en nivel educativo que posee.
    Me causó mucha gracia el comentario de un disque analista político que se refería al gobernante de turno como un gran estadista y visionario por haber restituido la dignidad de los bolivianos y otras chacharas de trasnochado.
    Necesitamos elevar el nivel educativo de nuestros estudiantes y para ello mejorar la enseñanza desde la escuela, con docentes que opten por esa carrera por vocación y no por resignación o hasta mientras, en la educación terciaria la investigación es casi nula debido a la estatización de esos centros de estudio

  3. Sindulfo Yapú
    May 24, 2013 a las 11:04 am

    Las medias verdades son las más peligrosas, y usted señor habla de medias verdades. El mayor esoterismo es la religión católica.
    Usted habla de esta manera por sus raices, que no tienen nada que ver con nosotros y nuestro destino.
    Aunque a usted no le guste estamos superando esa era de oscurantismo neoliberal, de la cual usted es un exponente camuflado, con infulas de consensuador. Estamos pasan de ser país pordiosero a país digno, nuestras riquezas no son para que los extranjeros se los lleven, es para nosotros como la carta magna lo dice.
    Estamos saliendo de la noche oscura del analfabetismo, del entreguismo, de ser país colonizado a país libre.
    Recuerdo los galpones de gallinero que hizo, para la UAGRM, uno de sus exponentes ideológicos como fuera Banzer. Comaparado con la ciudad universitaria que se construye.
    Los módulos educativos que se esta construyendo, son una envidia para los que nunca creyerón en Bolivia.
    Vamos poco a poco saliendo de la pobreza extrema a la que nos sometieron sus adulados. La mayor riqueza de cualquier país es su gente, paso a paso estamos reflotando. Denos unos 20 añitos más y luego hablamos, que le parece.

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