ECOLOGIA Y POBREZA


Del Libro «Medio Ambiente – Creación Divina», publicado por el Centro de Promoción del Laicado -CEPROLAI- en noviembre de 2013, comparto este Ensayo bíblico – teológico  acerca de la raíces bíblicas de la Ecología.

 

I        EL PROBLEMA ECOLÓGICO

 A) EL DIAGNOSTICO

Un diagnóstico somero de la situación de la relación del hombre con la naturaleza y su entorno (Ecología) nos lleva  en la actualidad a un cuadro sumamente crítico como nunca antes tuvo que enfrentar la humanidad.

Entre los principales problemas que nuestra sociedad está llamada a enfrentar están:

  1. Agotamiento de los recursos naturales: los bienes de la Tierra son finitos y la tasa de aprovechamiento actual está llevando al agotamiento de varios de ellos en tiempos breves, mucho antes que hipotéticas colonizaciones espaciales permitan ampliar  en el futuro la disponibilidad de algunos recursos naturales. Hay que recordar que el uso de los recursos naturales es desigual entre países industrializados y países en desarrollo tanto en la producción como en el aprovechamiento.
  2. Crecimiento de la población mundial: la población mundial que el año 2000 llegó a los seis mil millones de habitantes es la causa primaria de la sobre explotación de los recursos naturales. Además, de seguir aplicándose la tasa de crecimiento actual (y aún menor) difícilmente el planeta podrá resistir el impacto debido a la creciente demanda de bienes y servicios. Irrupción en el mercado del consumo de potencias emergentes altamente pobladas (India y China).
  3. Producción mundial y matriz energética actual: la matriz energética actual está basada en los hidrocarburos líquidos y gaseosos, cuyos yacimientos  han tardado millones de años en formarse y que son destruidos (quemados) en pocos decenios. Esa matriz energética que ha reemplazado otras (leña, carbón) está destinada a agotarse, sin que se exista en la actualidad un eficaz sustituto a los hidrocarburos, sin contar su impacto en el calentamiento global (ver punto 7.)
  4. La crisis de la alternativa nuclear: la posible alternativa  basada en la energía nuclear se ha demostrado eficaz pero controversial por los efectos secundarios (contaminación, riesgos, larga vida de los desechos) que tienen los reactores de fisión nuclear. Por otro lado la energía de fusión nuclear, aparentemente más limpia y eficaz, es todavía (una quimera debido a las enormes dificultades tecnológicas para la utilización controlada de esa energía. Chernobyl y Fukushima enseñan a no olvidar esos temas.
  5. El rezago de las energías no tradicionales: son las de origen eólica, térmica, orgánica y solar que, si bien son una alternativa ecológica a las tradicionales, representan en la actualidad, por costo y características técnicas, sólo un pequeño porcentaje de la producción mundial. Sin embargo es posible que en el futuro esas tecnologías cobren mayor importancia debido a los mayores costos de los hidrocarburos y al retraso de la puesta en operación de las nuevas tecnologías, como las celdas de hidrógeno, por ejemplo.
  6. El agotamiento de la capa de ozono: descubierto en los años ’80 ha representado el mayor desafío para la alteración del medio ambiente debido a la acción del hombre. Consiste en la reducción del contenido de ozono en la estratosfera, acción que disminuye las defensas de la atmósfera hacia la radiación ultravioleta, dañina para la vida en la Tierra. La respuesta de la comunidad internacional ha perfeccionado el principio del Desarrollo Sostenible, según el cual una generación tiene derecho a aprovechar de los bienes de la Tierra sin privar a las generaciones futuras de los mismos derechos. Actualmente se cree que la emergencia del ozono ha sido superada
  7. El calentamiento global: como consecuencia del uso indiscriminado de los hidrocarburos, ingentes cantidades de dióxido de carbono están siendo emitidas hacia la atmósfera, alterando el  papel regulador que tiene ese gas en el efecto invernadero del planeta. La consecuencia es un calentamiento promedio sostenido del planeta con consecuentes alteraciones desastrosas para el clima de la Tierra. Se trata actualmente del más álgido problema ambiental de la humanidad, debido a la urgencia del mismo, a la parcial comprensión de los procesos físicos y químicos y a la resistencia de la mayor potencia del planeta a reducir las emisiones para no obstaculizar el propio crecimiento económico.
  8. La desertificación, erosión y cambios climáticos violentos: esos fenómenos, inducidos por la acción del hombre, el uso irracional de la tierra y de los recursos hídricos, están provocando el incremento de las áreas desiertas e improductivas del planeta, con consecuencias sobre la alimentación y la subsistencia de enteras naciones (caso de la Africa Sub-Sahariana).
  9. La contaminación de aguas, suelos y espacio por los desechos: el incremento de los consumos debido ya sea al incremento de la población ya sea al mayor bienestar especialmente urbano tienen como contrapartida el incremento de desechos, basura y contaminación general, lo que requiere recursos siempre mayores para contener los daños, abriendo así una nueva brecha entre países ricos, que pueden realizar esas medidas, y países pobres que se encuentran con niveles de contaminación crecientes.
  10. La reducción de la biodiversidad (tala de bosques, pérdida de especies): un aspecto del incremento de los consumos y del agotamiento de los recursos naturales se da con los bosques y su biosfera. La función de los bosques, además de cobijar una gran biodiversidad del planeta, es la de regular el clima y el balance del ciclo del carbono-oxigeno en la atmósfera. La tala indiscriminada de bosques, que comenzó con la revolución industrial en el siglo XVIII, ha reducido notablemente la superficie forestal del planeta y los bosques que quedan son objeto actualmente de controversia entre los conservacionistas y los países que necesitan de esos recursos para su desarrollo.
  11. Los pesticidas: la creciente demanda de alimentos ha llevado a la práctica de los monocultivos, muchos más vulnerables ante plagas y enfermedades. Para combatir esas amenazas para las cosechas se ha impuesto el uso de pesticidas siempre más potentes y siempre menos eficaces hacia las mutaciones de los insectos, sin contar los efectos que esos químicos artificiales tienen sobre la calidad de  la tierra y la salud de los habitantes del agro y de los consumidores. Una posible alternativa viene de los organismos genéticamente modificados, cuyos efectos sobre la salud son aún controvertidos.
  12. Las nuevas enfermedades, humanas y animales. Es historia reciente la aparición de nuevas enfermedades, junto al rebrote de antiguas, relacionadas con las modernas técnicas ganaderas, como la “vaca loca”. Las consecuencias, económicas y sanitarias, de esos brotes de enfermedades son gravísimas, como se ha podido constatar.
  13. La urbanización y el uso económico de la tierra: la creciente migración del campo hacia la ciudad en busca de mejores oportunidades de trabajo y de bienestar, afecta también la relación del hombre con el ambiente, en el incremento de la basura y de la contaminación y en el uso irracional de la tierra para la vivienda.
  14. La vulnerabilidad ante los desastres: las alteraciones climáticas conllevan una mayor periodicidad de desastres naturales ante los cuales la población no está preparada. Una vez más es la población más pobre la más vulnerable a los desastres debido a la precariedad de sus viviendas y la escasez de recursos para prevenir los desastres naturales.
  15. Los biocombustibles: por lo menos en la medida que amenazan la producion directa o indirecta de los alimentos.

 

B)         CONFLICTOS

La manera de enfrentar el problema ecológico ha creado y crea algunos conflictos, algunos de los cuales podemos analizar a manera de ejemplos, sin agotarlos todos.

a)                   El conflicto entre Ecología y Pobreza: muchas veces la actitud del pobre hacia la naturaleza es “primaria”, o sea busca utilizarla para satisfacer sus necesidades básicas, sin reparar en el daño ambiental, y por tanto también propio, que produce. Se talan árboles, se quemas chacras, se explota la tierra para sobrevivir. A veces esta violencia ecológica es fuente también de mayor pobreza en los demás: la fábrica del primer mundo que descarga sus desechos peligrosos en los países del tercer mundo, para ahorrar dinero y exigencias legales en sus país, condiciona severamente la salud de los habitantes que, debido a la pobreza, han aceptado recibir esos desechos contaminantes; el industrial minero de Potosí que contamina los ríos, debido a la pobreza tecnológica de sus instalaciones, pero así afecta a los campesinos, más pobres que él, que utilizan las aguas de los ríos.

b)                   El conflicto entre Ecología, tradiciones y culturas: al tiempo que en el mundo se abre camino la conciencia ecológica que el hombre no debe disponer arbitrariamente de los bienes de la tierra, se abren frentes de conflictos ya sea con los países pobres que necesitan utilizar sus recursos naturales, ya sea con tradiciones y culturas originarias que no siempre se inscriben en las corrientes ecologistas. Un ejemplo es la tradición de la quema de madera en la noche de San Juan en Bolivia que, bajo consignas ecologistas, se ha tratado de extirpar de las costumbres populares.

c)                   El reciclaje de los materiales utilizados es parte integrante de la cultura ecologistas. Sin embargo esas prácticas tienen también un efecto negativo sobre los productores de materias primas, principalmente minerales, que ven reducida la demanda y por tanto mermados sus ingresos. Por ejemplo el reciclaje del zinc en Europa (lo que es sin duda una acción positiva, ecológicamente hablando) reduce los ingresos de las cooperativas mineras de Potosí al reducir la demanda de ese metal (lo que la convierte en una acción negativa para la minería de esa región).

d)                   La consigna del Conservacionismo limita el acceso a los recursos para el desarrollo de un país, lo que debería merecer una compensación por el hecho que esos países comparten sus bienes con toda la humanidad. Sin embargo esa manera global de ver el problema aún no se ha afincado en la política internacional.

e)                   Más aún el conflicto viene de posturas “universalistas” en cuanto a compartir los recursos ecológicos (bosques, reservas de biodiversidad, etc.) sin pero compartir la riqueza distribuida de manera desigual entre las naciones. De ahí surgen posiciones “nacionalistas”- que se reservan el uso soberano de los recursos que están en su territorio –  o posiciones “intervencionistas” en beneficio de los “derechos de toda la humanidad”, o sea una aplicación de la doctrina que ha llevado a las NNUU a intervenir en algunos países donde se habrían violado los derechos humanos. Más de una vez se ha escuchado posiciones intervencionistas como “si Brasil sigue con la tala de bosques debería ser presionado por la comunidad internacional” y considerado un “terrorista” de la ecología.

f)                    Finalmente  para muchos la Ecología es otro “negocio” de los países industrializados quienes tienen el “know how”, los expertos y la tecnología lista para ser vendida a los países en desarrollo, obligados por los vínculos de los préstamos internacionales a introducir las variables ecológicas en cuanto contrato y obra se realicen. En suma se tiene en la Ecología un canal más de explotación del Tercer Mundo.

A la superación, o cuanto menos, a la clarificación de esos conflictos debería contribuir  también la reflexión teológica cristiana, partiendo de lo que la Biblia nos dice acerca de la relación hombre-naturaleza.

 

 II       VISION BIBLICA DE LA ECOLOGIA

Si bien el concepto de Ecología como lo utilizamos hoy en día y como ciencia de la relación de los seres viviente en el medio ambiente que rodea la vida es relativamente reciente, la antropología bíblica contiene interesante sugerencias para  desarrollar una ética ecológica, que regule la relación del hombre con  la naturaleza, como el impacto de la naturaleza sobre el desarrollo de la especie humana.

  1. Los textos bíblicos teológicamente más elaborados conciben a la creación como intrínsecamente buena  (Gen 1; Sal 8) creada para bendecir a Dios (Dan 3,51 ss)
  2. Desde un comienzo (Gen 1-2) la creación es vista también en función del hombre, ligada solidariamente a su vida y a  su destino
  3. Este destino común se manifiesta dramáticamente a través del pecado del hombre que involucra toda la creación: de buena y amiga del hombre, a hostil y contaminada por el pecado (Gen 3, Os 4,1-4). En las tres relaciones que vive el hombre también se manifiesta el pecado: Dios, el hermano-mujer, la naturaleza – la técnica
  4. Asimismo la salvación-redención del hombre muestra, desde un comienzo, el destino común con la naturaleza (Gen 9,1-5) y de la misma naturaleza viene la señal de la renovación de la alianza de salvación universal.
  5. Más aún, se puede afirmar que la existencia misma de la Naturaleza es la prenda de las promesas de Dios: la fidelidad de Dios que se manifiesta en la creación es la misma fidelidad que Dios mantiene en su alianza (Sal 89).
  6. Es cierto también que el pecado ha cambiado radicalmente la relación del hombre hacia la naturaleza: de cuidador del jardín y por tanto administrador justo y sabio de la obra de Dios, a tirano y explotador
  7. Aún así la Biblia nunca pierde de vista el lugar privilegiado que mantiene el hombre en el seno de la creación, al cual están jerárquicamente subordinadas las demás especies. Sólo el hombre está hecho “a imagen y semejanza “del Creador. Jesús mismo nos recuerda que la preocupación de Dios hacia la Naturaleza es nada ante el amor que nos tiene como hijos (Mt 6, 25-34)
  8. De todos modos Naturaleza e Historia de la salvación son, a partir de la salvación traída por Jesús Mesías, inseparables (Rom 8, 18-21; Ap 21,1-5)
  9. En el fondo la Biblia nos muestra dos visiones complementarias, mas que opuestas, de mirar la relación entre le hombre y la naturaleza: la del Huésped y la del Administrador (ver articulo en apéndice).
  10. El Suma Kamaña, o vivir bien, según la Biblia, consecuencia de esa visión de las tres relaciones inseparables. Ver Carta Pastoral “Los católicos en la Bolivia de hoy” #37

III     VISION TEOLÓGICA DE LA ECOLOGIA

El concepto clave de la visión teológica de la Naturaleza en la Biblia es la Sacramentalidad de la Creación.  El sentido del universo de Jesús, así como de Francisco de Asís, no es el mismo de un naturalista, de un panteísta o de un ecologista, para quienes la naturaleza tiene exclusivamente un valor “per se”.  La visión cristiana generalmente tiende a adecuarse a este concepto, concibiendo la creación como “el jardín” que el hombre debe usar y cuidar pero va mucho más allá, dándole un papel en la economía de la salvación..

En la visión cristiana la creación es garantía de la fe  en un Dios que es fiel en su alianza y está ahí para que reconozcamos en ella el acto de amor que Dios  manifiesta hacia los hombres. Más aún el fin de la creación es participar de la redención operada por Cristo asumiendo un papel más participativo del mero “escenario” como se la concibe desde un punto de vista naturalista. En ese sentido se podría afirmar como ejemplo que el verdadero fin del pan es ser eucaristía, sacramento de la comunión y solidaridad entre los hombres en Cristo, no sólo en la Misa sino en el almuerzo de cada día.

Por tanto, la violencia sobre la creación es violencia contra el plan de salvación de Dios, máxime cuando esa violencia afecta directa e indirectamente a los más pobres.

Puntualizando, dejo al lector la tarea de desarrollar cada punto:

  1. La creación es el sacramento de la fidelidad de Dios hacia los hombres: los profetas del Antiguo Testamento y los Salmos ven en la creación algo más que la obra del Creador hecha don para los hombres. Ven en ella la prenda de la fidelidad de Yahvé hacia su pueblo: de la misma manera que Yahvé mantiene y vivifica a la Creación, así mantiene sus promesas y su alianza.
  2. La creación está destinada a ser parte de la liturgia y de la oración del hombre.  Como sacramento es ofrecida, gratis, a todos los hombres: eucaristía y pan. De ninguna manera puede haber exclusión en el recibir un sacramento. Ni el sacramento es más importante que el hombre: la ley del sábado. Por tanto las posiciones ecológicas radicales no son evangélicas
  3. ¿Es justo el uso prioritario de los bienes naturales a favor del hombre, antes inclusive que consideraciones conservacionistas o legales?
  4. Desastres naturales y pobreza: la violencia hacia la creación castiga a los más pobres e indefensos.
  5. La humanidad debe ser administradora sabia (sentido ecológico) y justa (sentido social) de la naturaleza, como Dios que hizo todo “bueno” (sentido ecológico) pero en función al hombre (sentido social). Responsabilidad para el futuro: ayudar a Dios en sostener la creación. Necesidad de una ética ecológica, inseparable de una ética social.
  6. El “ecofeminismo” (I. Gebara: Intuiciones Ecofeministas, 2000) como tentativa de explicar la violencia ecológica del patriarcado. las palabras claves son: mujeres, espiritualidad y sur.
  7. Cristo y el cosmos (lectura crítica de Theilard de Chardin). ¿Cómo actúa el Espíritu vivificante en la creación?
  8. La vida, toda la vida, como valor básico y universal
  9. El fin del mundo y la misma muerte personal: ¿destrucción o transfiguración?
  10. Ecología “humana” vs. “ecología ambiental”. Ver Carta Pastoral de los Obispos de Bolivia: “El Universo, Don de Dios para la Vida” (2012)

IV      LINEAS DE ACCION EN LA ECOLOGIA PARA EL CRISTIANO

La meditación bíblica y la reflexión teológica deben traducirse en líneas de acción concretas para el cristiano que opera en la problemática ecológica:

A)      En el ámbito individual:

  1. Traducir el respeto a la Creación como obra de Dios redimida junto a los hombres por Jesús Mesías, en acciones que limiten o reduzcan la violencia que la sociedad moderna inflige a la Naturaleza, desde las más triviales y simbólica (manejo de la basura, reciclaje de materiales, conservación de la vida vegetal y animal, amor “franciscano” a toda especie viviente) hasta las que puedan alterar el ambiente y afectar a otras personas, incluyendo a la soberbia científica en querer “corregir” la Naturaleza, sin comprenderla.
    1. Promover, mediante la educación en familia o en la sociedad y desde el lugar que ocupamos en el mundo del trabajo, el respeto a la naturaleza, a toda ella, sin exagerar el papel del hombre como centro de la creación, pero, al mismo tiempo, sin disminuir la prioridad del hombre, del pobre en especial, en el uso de los bienes de la tierra.

B)      En el ámbito social:

  1. Promover una legislación que tome en cuenta la reflexión teológica cristiana sobre el tema de la Ecología, sin dar concesiones a posturas interesadas que no ven más allá de un horizonte panteísta, olvidando la prioridad del hombre sobre la ley.
  2. Apoyar las iniciativas tendentes a reconocer compensaciones por la no utilización de recursos naturales en beneficio de la humanidad.  En todo caso defender el derecho de los países a utilizar sus bienes naturales para mejorar el bienestar de .sus pueblos
  3. Crear una conciencia del  “pecado” contra Dios y contra los hermanos que representa un daño ecológico premeditado en función de intereses económicos particulares.
  4. Desenmascarar toda ideología “panteista” de la naturaleza, como el “Conserva-turismo”, por favorecer el “statu quo” social y económico y por ser anticientífica.

La Paz, enero de 2002 (revisada y corregida en mayo de 2011 y abril de 2012)

 

Nota importante

El presente documento es todavía un ensayo (o documento de trabajo) de una ponencia que se pretendía redactada colectivamente por un grupo de autodenominados “teólogos laicos” con destino a grupos  e instituciones cristianas. Desafortunadamente la aportación solicitada ha sido nula con excepción de algunas valiosas sugerencias de Esteban y Ursula Silber (que no eran parte del grupo) a quienes el autor agradece. Por esas razones la ponencia ha quedado inconclusa hasta la fecha.

Mientras tanto, ha salido a la luz la Carta Pastoral de los Obispos de Bolivia “El Universo, Don de Dios para la Vida” (marzo 2012) que desarrolla algunos de los puntos insinuados en este ensayo.

De todos modos, el autor ha tomado la decisión de publicarla en su estado de desarrollo actual con el auspicio del CEPROLAI, como una forma de estimular una reflexión más amplia y profunda acerca de la temática.

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