Sueños guajiros Hi-Tech

De la lunita su satélite

Adorado Ekeko,
Te escribe don Evito, tu admirador e imitador, porque yo también regalo bonitos, autitos y dobleaguinalditos. Con todo sahumerio te pido que hagas realidad estos 12 sueños guajiros hi-tech:
Enero: La máquina perfecta del reciclaje, donde se metan nuestros jueces y salgan como de Suecia; nuestros policías y salgan “bobbies” londinenses; parafiscales y salgan como los alemanes; futbolistas endógenos y salgan gauchos virtuosos; choferes de trufis y salgan pilotos finlandeses; mis frikis bromas y salgan chistes de Les Luthiers.
Febrero: Un trencito bala que vaya (y vuelva, en lo posible) del Trópico al Brasil, al servicio de la agroquímica.
Marzo: Una fábrica de avioncitos jet para que todos los bolivianos tengan el suyo, empezando por mis ministritos en campaña.
Abril: Que el satelitito Túpac Katari integre a Bolivia y lave el cerebro de los bolivianos con la señal del mi canal (BTV).
Mayo: La franquicia de una carrera de Fórmula 1 en La Paz, por el circuito Autopista, esperando así romper el record de media hora de la Ceja al Aeropuerto.
Junio: El pleno éxito de nuestra próxima misión espacial de traer de vuelta (vivos, mas no tanto) de la Luna a los miembros del Tribunal Supremo Electoral.
Julio: Operación de la línea azul del Teleferiquito, la cual irá de El Alto a Santa Cruz, con parada en el Chapare.
Agosto: La inauguración de la plantita cocanuclear, alimentada por coca radioactiva, para dar luz y alucinaciones al mundo entero.
Septiembre: Que se haga realidad la añorada carretera del Tipnis con un túnel que desde el Chapare vaya hacia occidente, cruce los océanos, entre por el Brasil y emerja en el Beni.
Octubre: La patente de la Máquina Cooperativista Minera, la única al mundo que produce minerales sin extraerles impuestos.
Noviembre: La victoria en las elecciones con el 74% de los votos y el 100% de los tribunales electorales
Diciembre: Un arcoíris de cristal que nos permita llegar al mar por el cielo de La Haya.
Evito
Panchito Zárate – el ocurrente – Willca, enero 2014